La inmensa mayoría de las becas para videojugadores profesionales en la unión americana acaban siendo otorgadas a hombres
Año con año, e incluso mes con mes y semana tras semana, la popularidad de los esports crece a nivel global. De hecho, en países como Estados Unidos, existen universidades y colegios en donde se otorgan becas a quienes destacan por sus habilidades con el control a nivel profesional.
Lamentablemente, un reciente estudio ha demostrado que estos apoyos económicos no han venido siendo repartidos de manera equitativa entre hombres y mujeres, siendo los primeros quienes reciben la mayoría de estos incentivos. ¿Será que los jugadores resaltan más que las jugadoras en la escena competiva en las escuelas?
El estudio en cuestión, compartido por The Associated Press, muestra que el 90.4% de la becas se otorgan a jugadores del sexo masculino, dejando a las mujeres con apenas el 9.6% de las ayudas. En cuanto a los fondos generales destinados a estas actividades se refiere, el panorama es bastante similar, con 88.5% de los recursos siendo recibidos por varones, y el restante 11.5% por las videojugadoras.
Se trata de porcentajes que contrastan enormemente con la cantidad de videojugadoras -en general, no solo profesionales- que actualmente extisten en EE. UU., ya que según la Entertainment Software Association (ESA), las mujeres representan al 41% del total de videojugadores del país norteamericano.
Las cifras del estudio son resultado del análisis efectuado a las 56 escuelas públicas que están inscritas en la Asociación Nacional de Deportes Electrónicos. En ellas, el promedio por programa es de 30 jugadores, de los cuales, apenas una cuarta parte recibe un promedio de $1,910 USD, unos $38,200 MXN aproximadamente.
Para destacar, está el caso de la Universidad de Carolina del Sur-Sumter, cuya proporción resultó ser de 50-50 para hombres y mujeres en su programa de apoyos para esports. Otro ejemplo sobresaliente es el de Boise State, institución educativa que cuenta con 24 becados por concepto de deportes eletrónicos, de los cuales 16 son hombres, 5 son mujeres, y 3 más se identificaron como no binarios.
Es importante añadir que el estudio no muestra el porcentaje de hombres y mujeres que participan en los programas de esports de las universidades analizadas, lo cual sería esencial para poder analizar cada cifra arrojada de manera más acertada. Así mismo, vale la pena apuntar que es complciado saber si se trata de una medida “injusta”, pues faltaría conocer información sobre el nivel de juego de cada hombre y mujer, para comprobar realmente si las becas están siendo otorgadas a los mejores, sin importar su género.
A pesar de esto último, estamos ante unos números que sin duda prenden los focos rojos, pues nos demuestran una vez más la gran disparidad que hay para hombres y para mujeres, en este caso, en el terreno profesional de los videojuegos. Seguramente, no vendría nada mal fomentar la participación de las mujeres en este tipo de programas.