Blizzard Arcade Collection revisita los primeros años de Blizzard con tres títulos que tienen impregnada toda la esencia de la compañía
Las colecciones de juegos de antaño no son para nada algo nuevo, y entre más años tengas jugando, más lo habrás notado. De hecho, hay empresas que suelen recurrir a ellas con relativa frecuencia. Sin embargo, no es el caso con Blizzard, compañía con ya bastantes años en la industria, pero que rara vez realiza compilaciones de sus títulos de antaño. Por ello, me parece más que bienvenida la existencia de Blizzard Arcade Collection, una oportunidad de tener muy a la mano algunos de sus primeros videojuegos de esta reconocida publicadora y desarrolladora.
Blackthorne, Rock N’ Roll Racing y The Lost Vikings, son los tres títulos que la compañía decidió reunir en este compendio. Una oferta que podría antojarse bastante pequeña, pero que crece un poco si consideramos que se incluyen 3 versiones de cada videojuego, incluyendo las originales lanzadas en Super Nintendo y Sega Genesis, así como las totalmente nuevas ediciones “definitivas”. A estas 9 opciones, hay que sumarle una más en el caso de Rock N’ Roll Racing, la cual en realidad es un modo multijugador “separado” la cual es compatible con hasta 4 jugadores de manera simultánea, ya sean humanos o controlados por CPU..
Blackthorne
Comencemos por hablar de un título en plataformas en 2D que podrá ser descrito de cualquier manera, menos como un juego “convencional”. Alejándose bastante de las fórmulas vistas en clásicos del género como las primeras aventuras de Mario o de Mega Man, Blacktthorne nos presenta una jugabilidad bastante lenta. Incluso, pareciera que el control tuviera un poco de “lag”, pero no, el que la respuesta a cada botonazo o input tenga cierto retardo es simplememte una decisión de diseño.
Y hablando de decisiones de diseño, hay varias que se salen bastante de lo habitual, como su peculiar sistema de cobertura y el hecho de tener que guardar nuestra arma al momento de cruzar un puente, por mencionar solo un par de ejemplos. En esa línea están también los niveles, cuya estructura se aleja de la “normal”. Ojo, no estoy diciendo que sea necesariamente un juego “malo”. Más bien, uno que en su momento fue original, con controles distintos a la gran mayoría de otras opciones, y al que actualmente ya se le pesan los años. Eso sí, resalta positivamente por su bien elaborada historia, algo no tan común en el género.
Rock N’ Roll Racing
Como segunda opción nos encontramos con un juego de carreras que, al igual que Blackthorne, se sale de lo ordinario. Para empezar, Rock N’ Roll Racing combina las carreras con los combates, mostrándonos la acción desde una vista isométrica y, haciéndole honor a su nombre, cuenta con una banda sonora compuesta por canciones de rock n’ roll, con melodías de grupos como Black Sabbath, Deep Purple y Steppenworlf. Ah, y de “pilón” tenemos a un narrador que se encarga de agregarle mucha emoción a cada partida.
El objetivo del juego es llegar en primer lugar para ganar tanto puntos como dinero, y así poder avanzar por las distintas categorías para mejorar nuestro vehiculo. Para obtener la victoria tenemos dos opciones: cruzar la meta antes que nadie, o bien, destruir -literalmente- a nuestros oponentes. Como gran “plus” de la versón definitiva, ésta incluye las versiones originales de cada canción, añadiéndole todavía un poco más de personalidad al título.
The Lost Vikings
Por último tenemos otro plataformas que, adivinaste, tambiém se sale de las reglas no escritas del género, #porqueBlizzard. En The Lost Vikings, controlamos a Erik, Olaf y Baleog, tres vikingos secuestrados por un alenígena. Como podríamos imaginar, el máximo deseo de nuestros héroes es volver a casa. Para lograrlo, cada uno de ellos cuenta con diferentes habilidades, siendo todas ellas indispensables para salir adelante de cada desafío. Eirk, es bueno para saltar y chocar contra cualquiera que se le ponga enfrente, así como contra todo tipo de objetos; Olaf, es el mejor a la hora de defender con su escudo, el cual además puede utilizar para planear y como plataforma para Erik; por último, no hay nadie como Baleog al momento de atacar con su espada y disparar flechas.
La meta del juego es lograr que todos los vikingos lleguen sanos y salvos al final de cada nivel. Si uno falla, tendremos que retroceder para volver a intentarlo. Este juego destaca por su muy buena dirección de arte y el reto que representa avanzar, pues más que ir saltando y aplastando o disparando contra enemigos, tenemos que echarle algo de coco para descubrir como sortear satisfactoriamemte cada obstáculo.
Veredicto
Aunque como dije, en el papel suena a “poco” tener una colección con apenas tres juegos diferentes, Blizzard Arcade Collection es un recopilatorio muy bien hecho. Al mismo tiempo que se respeta la esencia de los títulos, cada uno se adecúa -en la medida de lo posible- a la época moderna. Así, ahora tienen puntos de guardado, en lugar de los passwords usados en aquellos tiempos. Igualmente, aparecen otros añadidos intereantes, como la opción rewind para rebobinar un poco la acción, algunos filtros visuales, efectos y unos cuantos marcos. Igualmente, más que bienvenido es el museo, con entrevistas con los desarrolladores, además de la opción de escuchar las canciones de cada juego de manera independiente.
Una trabajo hecho con todo el cuidado que requería la ocasión, y una gran adición a tu colección, independientemente de si eres fan de los juegos retro en general, y/o de Blizzard en particular.
Reseña
Blizzard Arcade Colletion
PROS
- Versiones originales y definitivas de cada juego
- Incorporación de opciones rewind y de guardado
- El "Museo", ideal para mayor contextualización
- Rock N’ Roll Racing por primera vez con las canciones originales: una delicia
- En general, un compendio bastante completo
CONTRAS
- Los juegos incluidos son muy cortos
- Muy baja rejugabilidad
- A Blacthorne le pesan bastante los años